Sus nombres son diferentes porque son distintos gases y, por lo tanto, sus cualidades no son las mismas.
El GLP es un gas compuesto principalmente por butano y propano, que se obtienen como subproducto en el proceso de destilación del petróleo.
El GNC, en cambio, es metano, un gas que se produce de forma natural en procesos de descomposición y que también está presente en los pozos petrolíferos formando bolsas.
Diferencias
El GLP es un gas más denso que el aire, de modo que tiende a acumularse en las zonas bajas. El gas natural, en cambio, es menos denso y tiende a acumularse en el techo, pero se dispersa más fácilmente con un sistema de ventilación.
El GLP es más fácil de licuar. Con presiones relativamente bajas (en el entorno de los 10 bar) es fácil almacenar el Autogás en forma líquida ocupando muy poco espacio. El gas natural, en cambio, se mantiene como gas a presiones hasta de 250 bar.
Estas son las principales diferencias entre uno y otro gas y especialmente la segunda es la que hace que los coches de GLP no puedan funcionar con GNC ni viceversa, ya que sus sistemas de almacenamiento es completamente diferente al trabajar a presiones muy distintas.
Otra diferencia, pero ésta es artificial, es su olor. Ni el GLP ni el GNC tienen olor, por eso son tan peligrosas las bolsas de gas en las minas, porque no las detectamos por el olfato. Para evitar riesgos, en el proceso de refinado de estos gases se les añaden unas moléculas aromáticas que tienen un fuerte olor muy peculiar, de manera que podamos identificar una fuga rápidamente, pero se trata de un aditivo. De forma natural, ni uno ni otro tendrían olor.
Ventajas e inconvenientes del GLP y del GNC
El GLP ocupa menos espacio: al poderse licuar a presiones relativamente bajas, en un depósito de 40 litros de volumen tenemos más o menos la misma cantidad de energía almacenada que en uno de 200 litros de GNC.
El GLP ofrece más rendimiento que el GNC: en un motor de gasolina adaptado a funcionar con GLP apenas hay pérdida de potencia. Sin embargo, en el caso del GNC (aunque depende de la mecánica y el sistema de alimentación de gas), la pérdida de potencia está en el entorno del 20%.
Hay más surtidores de GLP. En nuestro país la red de surtidores de gas natural es muy escasa, lo cual supone un inconveniente y hace que la mayoría de vehículos que funcionan con GNC sean de flotas que poseen sus propios surtidores (autobuses urbanos, camiones de servicios de limpieza, etc.). La red de GLP, en cambio, es ya suficientemente amplia y sigue creciendo.
El GNC es más ecológico. Aunque en ambos casos las emisiones contaminantes como producto de su combustión son más o menos las mismas, el gas natural se puede obtener de manera más sostenible que el GLP, que depende de un bien cada vez más escaso, el petróleo. Por otro lado, el GNC es un gas que contamina menos una vez quemado que si se emite directamente a la atmósfera, de modo que interesa “atraparlo” en aquellos procesos en los que se genera (plantas depuradoras, ensilados de granjas, vertederos…) y poder utilizarlo como combustible.
En caso de fuga es más seguro el GNC. Debido a que es menos denso que el aire es más difícil que se concentre en caso de fuga accidental, de modo que tanto las intoxicaciones como las posibles deflagraciones son menos probables.
Los plazos que la DGT emplea como referencia para dictaminar si un vehículo merece una u otra etiqueta medioambiental son orientativos, pero el verdadero criterio es la normativa de emisiones Euro que cumple su propulsor. Por este motivo, el organismo admite que puede haber algunosvehículos mal clasificados, si el fabricante del mismo decidió comercializarlos con una tecnología más eficiente, adelantándose a la fecha de entrada en vigor de la normativa.
La pegatina C, de color verde, deberán llevarla turismos y furgonetas ligeras de gasolina matriculadas a partir de enero de 2006 y diésel a partir de 2014. También deberán llevarla vehículos de más de 8 plazas y de transporte de mercancías, tanto de gasolina como de diésel, matriculados a partir de 2014. Por tanto, los de gasolina deben cumplir la norma Euro 4, 5 y 6 y en Diésel la Euro 6.
Mientras tanto, la pegatina B, de color amarillo, deberán llevarla turismos y furgonetas ligeras de gasolina matriculadas a partir de enero del año 2000 y de diésel a partir de enero de 2006. También deberán llevarla vehículos de más de 8 plazas y de transporte de mercancías tanto de gasolina como de diésel matriculados a partir de 2005. Por tanto, los de gasolina deben cumplir la norma Euro 3 y en Diésel la Euro 4 y 5. Los vehículos anteriores a esas fechas no tendrán etiqueta medioambiental.
No obstante, por ejemplo, el comprador de un vehículo gasolina Euro 4 matriculado en 2005podría optar a una pegatina B, aunque por su edad la DGT le haya clasificado automáticamente como «sin etiqueta», si el fabricante equipó a su vehículo con un motor tecnológicamente más avanzado de lo que se requería en esa fecha. Para solucionarlo, deberá acudir primero al fabricante y solicitar un certificado de que su vehículo cumple con la normativa correspondiente. El coste de este certificado depende del fabricante.: en algunos casos es gratuito, en otros pueden llegar a pedir más de 200 euros.
Un paso intermedio, no siempre obligatorio pero quizás requerido por la DGT, es acudir a una estación de ITV pedir una modificación de la ficha técnica, algo que tiene un coste que ronda los dos euros. El tercer paso es ir a la propia DGT, que le expedirá la pegatina correcta, eso sí, tras un proceso de recatalogación cuyo coste es de 8,50 euros.
En el caso de que tengamos dudas sobre la normativa que cumple el motor de nuestro coche, debemos el manual de usuario, donde aparecerá abreviada (EU4, por ejemplo) o consultar latarjeta de inspección técnica del vehículo. Con ella y con el BOE podemos establecer claramente la etiqueta que correspondería a nuestro coche, ya que el Boletín Oficial no habla de fechas sino de tipos de vehículo (Ver Anexo VIII o leer a continuación):
- Etiqueta CERO emisiones: Vehículos L, M1, N1, M2, M3, N2 y N3 clasificados en el Registro de Vehículos como vehículos eléctricos de batería (BEV), vehículo eléctrico de autonomía extendida (REEV), vehículo eléctrico híbrido enchufable (PHEV) con una autonomía mínima de 40 kilómetros o vehículos de pila de combustible.
- Etiqueta ECO:
Vehículos M1 y N1 clasificados en el Registro de Vehículos como vehículos híbridos enchufables con autonomía <40km, vehículos híbridos no enchufables (HEV), vehículos propulsados por gas natural, vehículos propulsados por gas natural comprimido (GNC) o gas licuado del petróleo (GLP). En todo caso, deberán cumplir los criterios de la etiqueta C.
Vehículos M2, M3, N2 y N3 clasificados en el Registro de Vehículos como híbridos enchufables con autonomía <40km, híbridos no enchufables (HEV), propulsados por gas natural comprimido (GNC), gas natural licuado (GNL) o gas licuado del petróleo (GLP). En todo caso, deberán cumplir los criterios de la etiqueta C.
- Etiqueta C:
Vehículos M1 y N1 clasificados en el Registro de Vehículos como gasolina EURO 4/IV, 5/V o 6/VI o diésel EURO 6/VI.
Vehículos M2, M3, N2 y N3 clasificados en el Registro de Vehículos como gasolina Euro VI/6 o diésel Euro VI/6.
- Etiqueta B:
Vehículos M1 y N1 clasificados en el Registro de Vehículos como gasolina EURO 3/III o Diésel EURO 4/IV o 5/V.
Vehículos M2, M3, N2 y N3 clasificados en el Registro de Vehículos como gasolina Euro IV/4 o V/5 o diésel Euro IV/4 o V/5.»
Fuente: ABC